VIDA
“Donde hay amor hay vida.”
“Solo hay dos maneras de vivir tu vida. Una es como si nada fuese un milagro.
La otra es como si todo fuese un milagro.”
Graciela estaba sentada a orillas del río observando como el agua corría e iba gentilmente acariciando, abrazando las piedrecitas y rocas, lavando sus teces delicadas, duras y grises, limpiándolas, envolviéndolas, acurrucándolas y dándoles vida.
Vida! pensó. Qué curiosa es. Lo lleva a uno a lugares que uno jamás hubiera pensado que pudiera hundirnos en sus diversas circunstancias si uno no usara las herramientas que nos son dadas a través del corazón. Cuando no adentramos en nuestro interior a escuchar esa voz silenciosa llena de paz que reside en nuestro entorno que prevé lo que pudiera darse en nuestras vidas y evita que caigamos en lugares que no son muy agradables de perdurar. Esa voz que nos llama a despertar, que reside en las profundidades del alma, la esencia de la Luz de quienes realmente somos en la realidad. Lo que salva nuestras vidas, que nos mantiene a flote cuando tomamos decisiones derivadas del temor y la incertidumbre. Esa voz que nos llama a través de una canción, una llamada telefónica, un secreteo, un viento que sopla, un pensamiento.
Graciela se agacha y posa sus rodillas sobre la grama verde de seda que se encuentra cómodamente extendida a orillas del río. Observa el reflejo de su cara oleada en el agua. en donde se posa en el centro una preciosa y agraciada catarata que se expresa orgullosamente a través de su corriente de agua en movimiento, invitándola a entrar Ella coloca su mano dentro del río y siente el agua helada, fresca, tentadora recorrer entre sus delicados dedos que despierta algo en ella, una sensación de divinidad, éxtasis, mientras que la catarata continuaba saludándola e invitándola a que se metiera y se posara bajo ella.
Gentilmente se quitó su vestido y sandalias y pisó su pie en el agua fría mientras se estrechaba y nadaba hacia la catarata donde se recostó sintiendo el agua correr por todo su ser despertándolo. Le encantaba! Una sonrisa se escapó de su alma mientras se sentía envuelta en la desnudez y pureza de la naturaleza. Qué deleite, mientras descansaba su espalda sintiendo el agua recorrer en cada partícula de su cuerpo, a la vez que el sol presentaba su carita y sus rayos que acariciaban su tez, dándole calor, acurrucándola, envolviéndola de la misma manera que el sol lo hacía con las piedrecitas y las rocas y todo lo que fuese bendecido por el agua. Dándole una de las más placenteras experiencias de esta vida.
Vida! Qué curiosa es! Nos lleva a lugares que jamás hubiésemos pensado, que pudieran hundirnos si no escuchamos esa voz interior llamada: " AMOR! "
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